domingo, 6 de julio de 2008

¿QUÉ ACCIONES CONCRETAS REALIZARÍAS PARA VERIFICAR TU BUEN DESEMPEÑO COMO EDUCADOR?

Considero que el buen desempeño del educador se debe ver reflejado en su sala de clases, tanto en los alumnos y alumnas, como en el proceder docente, es decir, en su forma de hacer las clases, en el material que entrega y en la preparación que él tenga acerca de lo que enseña.

Los alumnos son el reflejo de sus docentes, ya que si el profesor es motivador, carismático, prepara bien sus temas y sus clases son didácticas o “entretenidas”, en sus alumnos se verán las ganas de estar presente en dicha clase, recordarán las materias o detalles con mayor facilidad, incluso en las buenas notas se verá reflejado, debido al interés propio que presentan, todo esto gracias al buen desempeño del educador, en cambio si los alumnos ven a un docente inseguro de lo que habla, o poco didáctico, su motivación por estar en esa clase será mínima.

Concretamente para verificar mi desempeño como docente en el aula, pediría a mis alumnos que me realizaran una evaluación, todo bajo las medidas básicas de respeto en la interacción alumnos – docente, dicha evaluación debe ser enfocada al desempeño como docente y dejar de lado los contenidos que se puedan haber pasado, ya que es indispensable que los alumnos manejen ciertas materias, independiente de lo complicadas o extensas que estas puedan ser. Entre los ítems de la evaluación por ejemplo se pueden presentar preguntas como: ¿qué formas de evaluación integrarías a las clases? O ¿qué no te gusta de la clase?, interrogantes como esas pueden dar valiosa información a un docente, que día a día debe ir reinventándose en su labor en aula.

Otro tipo de método de verificación es en las clases, viendo que tan “productivas” pueden ser, refiriéndonos a que tipo de conocimiento se puede generar en la interacción entre los alumnos y también con el docente, al generar instancias de debate, por ejemplo, en las que se pueden construir conceptos o generar ideas que representen en pensamiento del curso. O a generar instancias en que la participación de los estudiantes puedan pensar e ir más allá de solo recibir información, si no que puedan interiorizarse de los contenidos, analizarlos, apropiarse de ellos, para que sean realmente aprendizajes significativos.

También podemos verificar nuestro desempeño como educador analizándonos a si mismo en nuestro día a día, ver cuales son las cosas que hago bien y con las que obtengo buenos resultados y también revisar cuales son las instancias en las cuales no sucede lo que nosotros esperamos, y preguntarnos ¿que falló?, o ¿en que nos equivocamos?, y tratar de tener un “plan B” para aquellas situaciones que nosotros vislumbramos que pueden ser complejas, para así evitar que nosotros mismos nos desgastemos en situaciones complicadas.

Ser educador es estar al servicio de los alumnos y de las familias, es contribuir al crecimiento personal, social y cultural de un individuo, y debemos ser concientes que el ser educador requiere cambios constantes para adaptarnos a las diversas situaciones que se nos presentarán a diario.

miércoles, 28 de mayo de 2008

¿Cómo enseñar para que la diversidad de estudiantes presentes en una sala de clases aprenda?


Para comenzar, la pregunta está mal planteada, ya que hay que reconocer a todos los estudiantes de por sí como entes individuales y por tanto diferenciados o diversos, la pregunta es redundante en este sentido, la interrogante debería ser ¿Cómo se debería enseñar a todos los estudiantes del aula, considerando sus “individuales diferencias”?

Creo que indistintamente de las propias diferencias de los estudiantes en el aula, se debe establecer más allá de estas, una meta común. Así como lo son los contenidos mínimos obligatorios incluidos en los planes y programas, pero al nivel y enfoque del propio grupo curso y también de los individuos que lo componen. Planificar fijando una meta general de aprendizaje mínimo para el curso, así como fijar niveles de logro aceptable o usando un término estadístico medidas de confiabilidad, para los casos de cada estudiante. Por lo cual, la planeación viene a ser el punto de comunión para enseñanza que apunta al aprendizaje activo de los estudiantes.

Más que fijarse propiamente en que estos aprendan contenidos, hay que dirigir la atención hacia el logro en la adquisición de herramientas que le permitan seguir aprendiendo, como una frase cliché de la educación lo diría; “los estudiantes deben aprender a aprender” algo que he mencionado ya. Por lo que su aprendizaje debe fundarse sobre la base de sus propias diferencias así como los conocimientos previos y las experiencias de estos. Además el logro del aprendizaje se consigue bajo la idea de que el profesor debe conocer las necesidades y falencias de los estudiantes, para canalizar sus esfuerzos e intensificarlos hacia los menos aventajados, asimismo no perder de vista los diferentes caracteres componentes esenciales del clima en el aula.

domingo, 18 de mayo de 2008

¿Cuál es según tu opinión la forma más justa de evaluar el desempeño de un estudiante?

Al hablar de evaluación, hacemos referencia automáticamente a la forma de cuantificar y llevar a nota lo que hemos aprendido en clases, a como medir la retención de información textual de los alumnos, y muchas veces dejamos de lado su real importancia, que es verificar la comprensión de lo que se les habla, no queriendo escuchar la repetición exacta de lo que se les hablo, sino que la idea de lo que se dijo, que asocien a sus conocimientos previos las nuevas temáticas y que desde ahí se generen nuevos conceptos, y se realice un verdadero proceso de enseñanza aprendizaje.

También existen algunas materias especificas, en las que se necesita la memorización exacta, por lo general de fechas o formulas matemáticas, las que también requieren del desarrollo del pensamiento lógico y relacionar lo aprendido a sucesos históricos o a otros cálculos, en los que igualmente se potencia y evalúa el desarrollo cognitivo de los alumnos.
Entonces, podemos entender el concepto de evaluación como un constante proceso que se realiza de forma sistemática, y que se enfoca básicamente a verificar los cambios de las conductas y rendimientos del alumnado, y a través de este se puede verificar los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos. Lo que nos indica claramente que antes de evaluar debemos tener claro hacia donde queremos llegar con los nuevos contenidos y plantearnos objetivos claros de lo que pretendemos que los alumnos y alumnas aprendan.

Recordemos que los alumnos deben ser los protagonistas de su proceso de enseñanza- aprendizaje y en este caso de su evaluación, y al momento de evaluar debemos pensar en todas las posibles formas de captar que, lo que se les enseña es realmente aprendido por todos. Otro punto importante es que cada uno de ellos es único, por lo tanto se deben diseñar elementos evaluativos coherentes, que nos ayuden a valorar el progreso realizado por cada alumno, se quiere apreciar el avance del estudiante hacia el objetivo propuesto y la distancia que lo separó de él.

Una buena forma de evaluar el desempeño de un estudiante y en mi opinión la que reflejaría de forma real lo aprendido, es ampliando la gama de evaluaciones, es decir, generando diferentes instancias de valoración de lo aprendido, por ejemplo realizar evaluaciones orales, como debates, exposiciones o disertaciones. Y evaluaciones escritas, como las comunes pruebas, y otros más innovadoras por ejemplo ensayos, cuestionarios, o expresiones de opinión, entre otras; concibiendo formas de medición que permitan efectivamente confirmar que el proceso enseñanza-aprendizaje se realiza.

Con estos métodos evaluativos se beneficia al educando y al docente, ya que, como anteriormente se menciona, los alumnos son únicos, y cada uno tiene diversas capacidades, unas más desarrolladas que otras. Entonces si un alumno no es muy bueno redactando de forma escrita, puede reflejar lo aprendido de forma oral o explicar con ejemplos de cosas o situaciones más cercanas a el, o viceversa, y de esta forma se cumple el objetivo principal planteado por el docente al evaluar: comprobar que los contenidos fueron realmente internalizados por el alumnado y logra verificar que el aprendizaje realmente fue hecho.

De esta forma se comprueba que las planificaciones educativas deben ser flexibles, sobre todo al momento de evaluar, dada la individualidad tanto de docentes como de alumnos, considerando siempre las necesidades e intereses de los educandos y dinamizando la educación, modernizando el ir a clases y logrando efectivamente el proceso de enseñanza- aprendizaje


La modificación de las estrategias de evaluación puede contribuir, junto con otros medios, a avances en la democratización real de la enseñanza
[1].

[1] Prof. Gabriel Molnar, Concepto de Evaluación Aplicada, www.chasque.net

martes, 6 de mayo de 2008

¿Como se aprende Historia y Geografía?

Para aprender estas dos disciplinas, primero hay que distinguir su utilidad, que beneficios nos entregan, que tanto aportan a nuestras vidas o a la propia sociedad. La Historia es una disciplina social cuyo significado ha tenido un enorme debate a través del tiempo, por lo que asumiré que es una disciplina social que busca la verdad del pasado y el presente y que trae a nuestro tiempo el presente de otro tiempo pretérito. Por otro lado la Geografía con su cuerpo científico y social nos entrega el conocimiento de nuestro planeta, su forma, el ambiente, su génesis y el probable fin de nuestro único hogar.
Para aprender historia hay que necesariamente buscar en el pasado las relaciones que alcanzan hasta nuestros tiempos, pero sin dejar de distinguir éste pasado como algo totalmente diferente a nosotros, hay que sumergirse en los documentos y toda fuente que nos permita observar el pasado, conocerlo y acercarnos lo mas posible. Ver el pasado con los ojos de nuestro tiempo, sin olvidar los que lo vieron en su propio momento. En lo fáctico se aprende de forma reproductiva a través de la lectura y interpretación cuando las fuentes así lo permiten, además exceptuando las universidades y la autonomía de estas en sus mallas curriculares, el ministerio impone planes y programas los cuales entregan pautas, que especifican como cuando y de que forma debe aprenderse historia lo que a mi parecer es reproductivista ya que no existe una invitación hacia los alumnos a expresar su propia visión sobre el contexto que los rodea y como éste les afecta. Además de ser tremendamente normalizante y estatalizante. Lo cierto que la historia la aprendemos sobre la base de la lectura erudita y neo-positivista, aun cuando cueste creerlo, así es. Evidencia clara de esto, son las formas de evaluación que adoptan algunos docentes aun hoy, que buscan en la repetición y memoria un indicador confiable de aprendizaje y dejan casi totalmente de lado la interpretación. La geografía es difícil de aprender muchas veces por que el primer acercamiento a esta, no es desde lo que más se relaciona con nuestro entorno próximo. Más bien la aprendemos de una forma muy científica y alejada de las ciencias sociales, la que hace que a la mayoría de los estudiantes se le es haga compleja y poco interesante. Además ésta a estado en un papel auxiliar a la Historia que muchas veces no revela su verdadera importancia. La aprendemos generalmente desde el paisaje hasta llegar a la composición de nuestro planeta y los astros que lo rodean. Yo diría que muchas veces resulta aparatoso y casi poco agradable enseñar geografía, si no es la especialidad de este. Lo cual crea un enorme vació de conocimientos que podrían beneficiar y ayudar a mejorar nuestro medio ambiente, aunque por supuesto la culpa de la contaminación del mundo y los pecados de la sociedad, no la tienen los profesores de historia y geografía, pero si una responsabilidad muy grande en sentido de que éstos no siga acrecentándose

sábado, 26 de abril de 2008

CEMENTERIOS:

Donde se reproduce la cultura tal como las diferencias que acompañan hasta el final


A veces nos hemos preguntado que son los cementerios
[1], si es que, acaso son solamente un lugar de paso obligado para lo vivos o la morada final para los que no están entre nosotros. Un espacio inerte y vacío de materia viva, al costado de la ciudad, un espacio relegado a la periferia de nuestro entorno, como de nuestras vidas. Vidas modernas y civilizadas, sedientas de tiempos nuevos, deseosas de cambio y novedades. En las que dejamos lo místico proscrito al pasado y negamos el mismo hecho de que la vida es mágica ya por ser lo que es, un estado de creación. No nos percatamos que cada acto cada costumbre o ritual diaria, exagerada o no, son parte de nuestro propio pasado y presente étnico, por llamarlo de alguna forma. Es parte de una construcción propia y dinámica, de elementos que se entrelazan para general nuestra propia identidad, cognoscente y dotada entusiasmo creador.

Podemos observar una comunidad moderna, a través de sus despojos, así como el arqueólogo navega sobre los restos fúnebres de una cultura muerta y la revive por medio de los elementos que acompañan el fin de la existencia terrenal; armas, joyas vestimentas o cualquier otro tipo de prenda. E Incluso la forma de enterramiento y la misma arquitectura de su necrópolis. Podemos distinguir elementos comunes que nos permitan, hacer analogía de la sociedad a través de su Campo Santo.
Los cementerios existen, más aya que un punto de paso o final de la vida, se hallan como un espejo cognitivo, como lo eran los mitos para los primeros hombres, una forma de aprender y crear cultura, de relacionarse con lo desconocido, con aquello fuera del entendimiento. Un es retrato de lo que somos como sociedad, de cómo vivimos, con quien nos relacionamos, a que grupo o subcultura pertenecemos, a quien amamos y quien nunca olvidamos. O a quien nunca quisimos conocer y aceptar, a las clases o grupos residuales, a los marginados los mendigos, los vagabundos, a los más pobres de los pobres, a los que no tienen nada ni a nadie, los parias. Todos aglutinados en un mismo espacio, en el cual también persisten las diferencias y así mismo la alteridad.

Cementerio General de Chillán

La verdad es que en un cementerio se encuentra de todo y en caso particular del Cementerio General de Chillán, no es la excepción a la regla. Nos encontramos ante una verdadera ciudad dentro de otra, con calles, avenidas, plazas y parques. Y así mismo existe como un elemento vivo y parte de su entorno, no aislado como se pensaría a priori, un lugar donde la cultura esta viva. Con un ámbito central bien definido, rodeado de grandes edificaciones y que conformaría el centro de la urbe. Así como en un comienzo se estructuraban las ciudades de origen español, dejando las habitaciones de los vecinos principales y mas acomodados en rededor de la plaza de armas o plaza principal, elemento que no a variado en gran medida en el caso de Chillán, ya que siguen siendo estos las propiedades de mayor valor y donde se concentrarían los grupos de mayor estrato. Así aunque parezca irónico las diferencias sociales persisten hasta la muerte, es por lo que en el interior del campo santo, existe una delimitación de clases sociales, que se define a través de la distancia en que se encuentra cada sepultura en relación a la entrada principal y centro de la necrópolis (por supuesto sin dejar de tener en cuenta la propia expansión del campo santo). Y son las más alejadas, las que pertenecen a aquellos menos afortunados, inclusive aquello que no tienen nombre, que no tienen parientes vivos o que nunca los tuvieron. A nuestro parecer son estos grupos, los últimos, los relegados, los que nos parecen más interesantes.

Si bien, el ámbito central del campo santo es notorio, y en ocasiones de rica arquitectura por lo que llama mucho la atención sobre todo en términos de estética. Es la periferia la que ofrece las mayores posibilidades de observación, por la diversidad de elementos presente en ella. Aun cuando la sofisticación de estos elementos no se compare con el ámbito central, posee una rica variedad testimonios culturales, de vida y hasta un mayor rasgo identitario.

Muchas veces estas sepulturas no ofrecen, más evidencia de sus ocupantes que pequeñas muestra de cariño de parientes que con esfuerzo y dolor depositaron, y tal vez enterraron sus esperanzas junto a sus desaparecidos. O simplemente los olvidaron y dejaron que el clima y el tiempo borraran sus identidades, para jamás ser reclamadas.

Consterna y llena de perplejidad encontrar lechos de pequeños niños, muertos al poco tiempo de nacidos, agrupados en cierta zona del cementerio, un lugar que expresa una precariedad social, como si esto pudiera asociarse a la pobreza, como a tan temprana muerte.

Entre estas una sencilla sepultura de una pequeña criatura fallecida al poco tiempo de nacer, que da constancia del amor, cariños y pobreza de los que fueron sus padres. Habla de la impotencia, del dolor, con que fue confeccionada por su propia familia y no por un maestro especialista. Ya que, no tiene mas ornamento y sofisticación, que una vieja cuna de madera que custodia en rededor, y en el centro sobre la tierra encajadas entre si trozos de cerámica, de azulejos o baldosas, encajadas una a lado de otra con tanta prolijidad como se lo permitieron los escaso medios, una pequeña cruz de madera cuyas inscripciones, sin mas finura que un lápiz plumón azul o negro gastado por el tiempo, aun así refleja el amor y las esperanzas que se fueron junto a la criatura y pequeños juguetes que acompañan la sepultura como alegato de la infancia seccionada, por ultimo un simple epitafio, que dice algo así.
De Tus Papitos Con Amor.

Aunque la pobreza de este sector del cementerio es notoria, así como la desatención que la administración del campo santo. En general existen evidencias claras de preocupación de los deudos, por mantener limpias de malezas las sepulturas y una que otra flor resplandece solitaria.
Otro aspecto notorio es la antigüedad de algunas de las sepulturas y que muchas de ellas no cuenten con el nombre de sus ocupantes, borrado por el tiempo y sin reclamación. Claro contraste con el sector principal del cementerio donde los nombres familiares son inscritos en metal, altos y bajo relieves, contando además con grandes epítetos, que atestiguan de vidas, al servicio de la patria, del comercio, del arte, de la vida política, que hace clara identificación a un grupo de pertenecía, como lo son familias de antiguo linaje, partidos políticos, artistas, artesanos y instituciones militares y de orden por nombrar algunas. Todas de cierta forma identificadas con al algún grupo destacado y mostrando clara pertenencia, por lo que es observable en este un tipo de control social, por lo que, en este ultimo grupo no se permite la entrada de otra subcultura, por lo que cierran el grupo en torno al centro del campo santo. Muertos todos juntos pero no revueltos!!

Es claro que el cementerio no es un espacio inerte y que en el se reproduce la propia cultura de la comunidad así como sus diferencias. Retomemos el caso del misticismo, los rituales y costumbres que son parte de los llamados protocolares fúnebres.
Muchas veces las ciencias exactas e incluso las disciplinas sociales, ponen en la categoría de contradicción a la religión, en este mundo moderno, civilizado y globalizado. Aun cuando es claro que la vida es mística por ser lo que es, un estado de creación y desaparición. Cuantos rasgos místicos sobreviven en nuestro presente y que muchas veces los ignoramos, aunque le demos uso constante y hagamos alarde de modernidad. No se puede negar el hecho, todos los hombres presintiendo o estando cerca de nuestra muerte vuelven a creer en alguna medida o en algo, nos aferramos a la idea que más aya de la muerte, existe otro estadio al que dirigimos, y que no desapareceremos totalmente. Es claro que esto justifica la presencia de la religión en este mundo moderno. Dos son los factores, el miedo al fin, a la desaparición y la necesidad de tutela propia de hombre, porque no podemos encontrar respuesta en nuestra más moderna tecnología, en las ciencias más exactas y por supuesto en las llamadas ciencias sociales, por lo que el hombre necesita rituales que le permitan sobrellevar su existencia y desaparición.

Rituales de paso o protocolares fúnebres, como el enterramiento no caen en desuso mas bien se moldean a los tiempos, verdadera contradicción, ya que estos se utilizaban por los Neanderthals hace ya unos treinta mil años. Tal vez se sofistiquen pero su esencia no se pierde. O creencias como el día de los muertos son muy antiguas pero aun así no caen en desuso, aun para los no creyentes.

De lo que devienen ciertas preguntas ¿que son para nosotros los cementerios? Y ¿Por qué sepultamos a nuestros muertos?. Es la pérdida y el deseo de guardar a nuestros muertos en algún sitio seguro y el que cubrimos de protecciones para que no sea violado su descanso, tal vez el inconsciente humano aguara un reencuentro, por lo que los guardamos. Por que los no creyentes, no solo desintegran sus restos, y aun así los guardad en un campo santo. Quizás lo mismo que se explica la prevalecía de la religión en este mundo occidental y moderno. Lo cierto que este tipo de costumbre no desaparece, ni por la llegada de tiempos modernos, más bien se van reciclando hasta moldearse al contexto de del tiempo y espacio.

Continuando el recorrido, existen diferentes tipos de sepulturas y algunas muy estandarizadas como los son los nichos. Son estas paredes huecas donde se depositan los sarcófagos y a veces a mucha altura, como una verdadera biblioteca de nombres y epítetos, estas estructuras franquean el lado Este y Oeste del campo santo y al mismo tiempo lo biseca en medio como un gran muro que guarda la parte central. Las tumbas también son muy llamativas e incluso hay muchas similares, adornadas todas de diferente manera y color, que muchas veces albergan a familias completas. Y por ultimo los mausoleos o bóvedas, son estas grandes estructuras algunas de rica arquitectura, ornamentación y finas terminaciones. La mayoría perteneciente a familias adineradas y diferentes organizaciones de la vida publica.

Para encontrar rasgos característicos y comunes de la comunidad y el cementerio debemos recurrir a la comparación pero sin afán peyorativo más bien para establecer rasgos comunes y culturalmente universales, así como cierta proyección geográfica en cuanto a la distribución demográfica. Al comparar el cementerio General de Chillán con el cementerio de la comuna de Pinto, por hacer una distinción. En estos dos podemos ver que hay una correspondencia clara con la distribución de los mausoleos y las tumbas menores auque carece de cierta extravagancia sofisticación Pinto en comparación al General de Chillán obedece a la misma estructuración, como lo es una avenida central que recorre todo el campo santo desde la entrada hasta el final, un ámbito central y diferentes calles. Por lo que nos damos cuenta de que ciertos aspectos el cementerios obedece a una configuración común y que sus diferencias solo guardan relación con lo grande que sea la población aportante y la antigüedad de este.

Así también este nos habla de la diferencia que existen dentro de propia comunidad, como un espejo que nos permite conocer la cultura a través de su despojos, podemos establecer diferencias sociales y establecer las diferentes subculturas que se agrupan el interior. Estos rasgos son representativos de las gran mayoría de los cementerios chilenos salvo ciertas excepciones, pero aun así se mantienen rasgos que podemos llamar universales culturales de los protocolares fúnebres modernos.

Lo cierto es que a través de los cementerios podemos observar la alteridad cultural de la comunidad y entender como cada individuo enfrenta este ritual del paso de la vida a la muerte. También podemos entender este como un elemento de sincretismo entre modernidad y el pasado, lo espiritual y lo moderno conjugados en un mismo espacio aun cuando la modernidad quisiera divorciarse de la carga de su pasado.

Los cementerios nos permiten una dar una mirada a la cultura de una comunidad, conocer los rasgos característicos de los individuos por separado o distinguidos como miembro de algún grupo de pertenencia, reconocer las diferencias en lo propio, como un espejo cognitivo, también la posibilidad de un relato sin cabida al positivismo y donde las emociones sirven de herramienta para la construcción del mismo.

Además establecimiento de un método de observación, buscar símbolos característicos de cada comunidad, describir desde diferentes perspectivas así como del punto de vista de diferentes análisis y observación, histórica, antropológica, sociológica etc.

Los cementerios no son espacios inertes, ni vacíos de materia viva, sino espacios donde se crea y se reproducen prácticas culturales. Es un elemento vivo y funcional de la ciudad, por lo que interactúa con la misma. Así la distribución de los diferentes recintos, denota que las diferencias acompañan incluso en la muerte, Como irónico reflejo de las desigualdades contenidas en nuestra sociedad moderna.



Carlos Lepez

[1] Nota: En este estudio no toma como elemento representativo los cementerios tipo parque, ya que no ofrecen un verdadero reflejo cultural en comparación a los antiguos cementerios fundacionales.

¿Qué significa para ti enseñar didácticamente?

A mi parecer, didáctica es el arte de enseñar, de motivar al alumno a dar lo mejor de si mismo, estimularlo a que descubra sus propias metas e invitarlo a alcanzarlas, una a una, paso a paso, para hacer florecer el proceso educativo. A diferencia del currículo, que es un programa o un algoritmo de actividades detalladas, la didáctica se entiende como la acción misma de enseñar, conjugando el verbo del docente. Es así como en ésta, se fusiona inexorablemente la teoría y la práctica, esta supone una dimensión explicativa/descriptiva, al tiempo que también ha de de ser una ciencia normativa/prescriptiva, ya que pretende la organización escolar y la orientación educativa, además de fundamentar y regular los procesos de enseñanza y aprendizaje. En estricta razón, la didáctica es la técnica de la enseñanza, una ciencia activa de la educación, ya que está en constante cambio y reinvención de si misma. Claramente no es estática, ni se plantea como general a todos los individuos o los procesos educativos, por que ésta tiene componentes que van cambiando según el grupo de individuos en que se da el acto didáctico. Así, la didáctica se compone del profesor, el alumno, el contexto dado y el currículo. Por lo que al enfrentar el proceso educativo, inicia una función activa de identificar cada una de estas bases o componentes, para definirse y plantearse, antes de comenzar a desarrollarse propiamente tal, determina de esta manera los componentes de la específica situación (ambiente en que se da el proceso educativo) del acto didáctico.
En mi caso enseñar didácticamente significa necesariamente observar y determinar el contexto, para saber que tanto puede éste favorecer o minar el proceso educativo, también fijar las características del grupo a quienes se dirige la enseñanza, sus necesidades e intereses. Los alumnos como individuos particulares, juegan un rol determinante en este acto, pues la didáctica tiene diferentes modelos que apuntan desde diversas perspectivas a los dicentes, por lo que puede tener un modelo general para el universo de individuos, o puede tener un modelo diferencial, que tiene en cuenta la evolución y características del sujeto o finalmente un modelo especial, que estudia los métodos específicos de cada materia que refiere al individuo.
Otro punto importante es el currículo, al que llamaremos para este caso programa guía. Este es esencial, ya que fija los objetivos que como docentes deberemos generar, y las tácticas para llevar a cabo dichas metas.
En resumen enseñar didácticamente significa estar atento a todo los elementos que confluyen dentro del acto didáctico, llámese así el de enseñar pertinente y eficazmente, esto significa que el docente más que ser un científico pedagogo debe comprometerse con la enseñanza y motivar a los alumnos a comprometerse con su aprendizaje, y que ellos se sientan protagonistas de su proceso de enseñanza- aprendizaje, por lo que la enseñanza se vuelve un arte y el profesor un artífice.

martes, 15 de abril de 2008

¿Cómo promover un ambiente adecuado para el aprendizaje?


Al interior de la sala de clases así como en el entorno total de la comunidad educativa, debe existir un entorno agradable donde las relaciones de todos los actores de la comunidad educativa, convivan armoniosamente para lograr en conjunto el mejor ambiente de trabajo, igualmente la mejor de las convivencias. Creo que en este sentido el docente es clave ya que se convierte en un mediador obligado al momento de guiar a los estudiantes hacia un clima de confianza y empatía, pero sin caer en el paternalismo, convertirse en un educador emocional. Este debe estar atento a las diferentes situaciones que se produzcan en grupo curso, dentro como fuera del aula, mediar en el caso que sea necesario en los diferentes conflictos que puedan distraer el proceso educativo y así promover un ambiente adecuado. Por lo que el profesor debe estar atento y no desvinculándose de su rol al salir del aula, éste debe estar en constante investigación del escenario y el contexto educativo, claro esta, en la medida que su tiempo se lo permita. Otro aspecto significativo es la confianza que pueda generar en sus alumnos, para que estos le permitan conocer cuales son las problemáticas que pueden afectar el clima para el aprendizaje. Por lo que debe prestar atención y ayudar en lo posible o derivar la situación a quien sea necesario.

Creo que es clave el respeto y la valoración mutua que se produce en la escuela y en su totalidad, el respeto a la dignidad de los alumnos, no se les puede disminuir de ninguna forma solo al papel de disientes y el profesor alzarse en el rol de poderoso y sobreetimación en el sentido de ser el poseedor de los conocimientos, no debe existir en ningún caso, claro esta que las diferencias existen, en términos de experiencia, conocimientos, profesionalismo etc.., pero esto no debe transformarse en otra cosa que un puente de acercamiento entre el profesor y sus alumnos. Ya que el proceso de enseñanza y aprendizaje es una entrega mutua, así como una empresa en la que se embarcan tanto profesores y alumnos.